Como en todos los seminarios realizo una sesión real con una pareja real. En esta ocasión, Marta y Miguel eran dos desconocidos cuando llegaron, por un anuncio que puse en mi FB en el que pedía una pareja voluntaria. Ni siquiera sabía cómo eran ni casi los nombres.
Eso pretendo, que vean los asistentes cómo es el proceso para lograr relajarlos y realizar estas fotos. En 25 minutos realicé 600 fotos, y las «procesé» seguidamente en menos de media hora, todas en color y sus versiones en b&n, como aquí comparto.
Sin Photoshop, sin flashes, sin reflectores, sin asistentes, sin trucos ni ediciones. Las fotos estaban así en cámara, como comprobaron todos los asistentes. Me gusta demostrar las cosas con hechos, no con palabras.
No sabía cuáles elegir, estas son las que más me gustaron personalmente. Quizás Marta y Miguel gustaran más de otras, da igual, yo entrego todo lo que hago. Y me entrego en todo lo que hago, de corazón.
Ya acepto pocas bodas fuera de mi ciudad, Granada, y mi país, España, porque necesito estar con mi familia y la necesidad de mantener una imagen internacional y demás tonterías pasan a un segundo plano. Pero hay veces en las que el destino te lleva a donde tienes que estar. Conocí de una manera rocambolesca a Mar y Daniel en el seminario de Mendoza, en Argentina. Y como fotógrafos quisieron ver algo especial en mí, por lo que les estoy agradecido de todo corazón. Me dejaron que les hiciera algunas fotos en el seminario, en plena calle, con un sol abrasador y delante de 20 personas más. Y además de cientos de fotos más esto es lo que surgió.
Casi todas las parejas que ya fotografío son fotógrafos, profesionales o no, pero viven la fotografía y eso me hace querer superarme. No me importa si otros públicos entienden o no lo que hago, pero que lo valoren mis compañeros, o algunos, para mí es muy importante. Estaré en la boda de Mar y Daniel, como sea. Porque sé que será una boda única e irrepetible, y yo quiero contar la historia de personas tan bellas como ellos. Gracias de corazón por embellecer mi trabajo con vuestras bellas almas. Nos vemos pronto.
Este post es más bien un homenaje. Un homenaje al amor que siento por esta pareja a los que quiero muchísimo y considero parte de mi familia. Hallé estas viejas fotos de hace unos años en un disco y quise reprocesarlas como lo hago ahora (sin hace nada) y enviárselas de nuevo. El resultado fue este y me sirvió para acercarme un poquito más a mis queridos Cecilia y Alberto. Miles de abrazos a través del océano, pronto nos volveremos a ver.
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