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Llevaba muuuuucho tiempo deseando hacer esta boda y al final me quedo triste. Triste porque la amistad que he tomado con Dani y David es maravillosa. Son una pareja increíble y dos personas increíbles, juntas y por separado. Ese es el tipo de bodas que deseo hacer, en las que el amor es el protagonistas, no el dinero. Y se nota cuando uno hace una boda para lucirse, para que los invitados hablen y cuando se hace sencillamente porque no se puede guardar dentro de uno más el amor y tiene que explotar.

Cuando se invitan a las personas que realmente valoran ese gesto, no por compromiso. Cuando se hacen y dicen las cosas de verdad de corazón, no por quedar bien. Por eso yo también aquí soy tan sincero y si a alguien no le gusta que no me escriba. Y si a alguien no le gustan mis fotos o no le gustan mis parejas que no me escriba. Yo amo lo que hago y amo cómo lo hago, me dejo el corazón en cada fotografía y en cada persona. Tengo el mejor trabajo del mundo.

No podía quitar más fotos, son un total de casi tres mil y todas y cada una son parte de la historia. Me ha costado mucho, mucho trabajo elegir unas pocas pero pienso que cuentan más o menos su historia. Me gustaría tanto que vierais el resto que estoy pensando en hacer un weddinglapse. ¿Queréis?

No deseo más que volver a veros, David y Dani, casaros otra vez, por favor. Algo tendremos que inventar. Mientras quedo a la espera de más bodas como esta, con tanta magia y tanto amor a contracorriente. Amar, es lo único que venimos a hacer y nadie nos puede decir cómo ni cuándo ni con quién. Amor, amor y amor. Os deseo toda la luz del mundo amigos y amigas.

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Esta boda fue muy especial y muy diferente. Para comenzar Fran Montoro y yo pasamos una semana divertidísima junto a Belén y Jean Charles y la boda en sí duró tres días. Obviamente por estar en un país diferente las cosas cambian y los detalles llaman la atención, pero lo que más me apasionó fue el amor entre ellos dos.

Para los que le gustan los detalles, la decoración y esas cosas aquí disfrutará mucho porque el despliegue era increíble. Debo explicar que esto son varios días y en varias casas diferentes, por si os perdéis, pero no podía poner más fotos. Creo que es suficiente para hacerse una idea de lo que aquello fue. Debo mencionar que el último día fue solo de fiesta. La fiesta más brutal que he visto en mi vida. Genial, pero de verdad. Fran y yo no olvidaremos este viaje nunca. Esperamos pronto regresar para una postboda.

Mejor os dejo fotos que palabras, que ya hay demasiadas en este blog. Espero de corazón que os gusten y que os narren su historia. Por cierto, un abrazo a Gabriel. Cuidaos mucho todos y todas.

No, yo no quiero bodas de mucho dinero, ni de gente vip, ni de famosos. He rechazado muchas de esas porque lo que yo busco es otra cosa y espero que sea lo que buscan quienes se acercan a mí. Busco emociones, historias intensas y reales, nada de poses ni de gente guapa. La belleza está en otro lado, en otra dimensión y es la que trato de desvelar, de capturar, de compartir. Mi meta no es tener x fotos bonitas de una boda o cumplir con unas imágenes cliché, busco algo más.

A veces me faltan las palabras y ni siquiera las fotos me permiten expresarme. Eso me sucedió en la boda de Tamara y Javi. Es muy tópico que el fotógrafo diga que también se emociona en la boda y llora, pero es cierto en muchas ocasiones. Creo que lloramos todos, hasta el DJ.

Y es que Javi y Tamara son una pareja muy especial y su boda así lo fue. Hoy no me voy a enrollar más y os dejo con unas cuantas fotos. No he sabido qué más quitar y después de una hora volviéndome loco seleccionando esto es lo que ha salido. Ni siquiera sabía si ponerlas en blanco y negro o color. Espero que os guste la selección. Me limito a contar la historia de Tamara y de Javi, y por supuesto de los suyos. Por favor, sed felices, es una orden. Besos y abrazos.